24-08


DIARIO DE CAMPAÑA. GIRO A LA IZQUIERDA


Por Gonzalo Perera *



El FA es, desde su fundación, una experiencia inédita, en la que coexisten diversas corrientes que en el resto del mundo no logran convivir ni una década. Y en el FA, además, se generó una cultura y una mística frenteamplista que excede largamente a la suma de los sectores que lo constituyen. Al punto tal, de que una inmensa porción de su electorado se define como "frentista" a secas y vota una u otra lista en cada elección. Construcción sutil que merece cuidarse y reverdecer en cada primavera.


El FA y el gobierno no son lo mismo. El gobierno debe a menudo equilibrar las tensiones que recaen sobre él. Y para que el gobierno pueda profundizar un camino de transformaciones de izquierda, debe tener un FA que, sin constituirse en oposición, lo empuje constantemente hacia puntos de equilibrios cercanos a las posturas sociales y económicas más avanzadas.
En los últimos tiempos, por diversos hechos notorios, el militante frentista ha tenido mucho de qué enterarse y mucho para cuestionarse. Pero la respuesta ante esta circunstancia no puede ser otra que REAFIRMAR CONVICCIONES, solidificar la identidad y el rumbo a emprender.
En tal sentido, lo más inquietante es constatar que, en el discurso de varios referentes frentistas, abunda la defensa de la libre competencia, del accionar del libre mercado con un Estado articulador (el llamado "Estado semáforo", menos permisivo que el clásico "laissez faire, laissez passer", pero meramente orientador, ordenador) , la promoción de la gran inversión extranjera como motor fundamental del desarrollo y un alineamiento internacional mucho más cercano a EEUU y sus aliados (Chile, Costa Rica, por ejemplo) que de los rebeldes de la región (ALBA).


Esta postura guarda una gran cercanía con el discurso hegemónico en el período anterior al 2005, el que edificara la derecha neoliberal de la mano de los grandes medios de comunicación hiper-concentrados en pocas manos, que le son afines o funcionales.
Ante esta realidad, es imprescindible que los frentistas " de a pie", sepamos conjugar dos acciones simultáneas. Por un lado, defender y apoyar el gobierno encabezado por el Presidente Mujica, nuestro gobierno. Por otro, reclamar fuertemente un GIRO A LA IZQUIERDA en el posicionamiento político del FA que ayudará al gobierno a virar a babor la nave.


¿En qué puntos debe basarse un tal GIRO A LA IZQUIERDA?. Muchos, seguramente, pero mencionaré seis que me parecen fundamentales. Excluyo el funcionamiento interno del FA, pues en las proximidades del día del comité de base, este tema de por sí será objeto de intenso debate. No lo considero menos importante, pero prefiero en todo caso tratarlo específicamente en otra oportunidad.



1. Regionalismo y alianza contra-hegemónica.
Uruguay debe jugar en la Unasur, Mercosur y toda institucionalidad regional un papel muy fuerte. Pero además, debe acercarse mucho más al ALBA pues es allí donde están el bloque anti-hegemónico más nítido en la región. Desde las luchas por la liberación de las potencias coloniales, 200 años atrás, no existía un eje "rebelde" tan fuerte y marcado, con sólidos vínculos con una potencia como Brasil y un gran país como Argentina. Esto no obsta para que se intensifiquen vínculos con China o con quien fuere, pero siempre desde una visión anti-hegemónica. ¿Que no todo el Uruguay piensa igual ? ¿Pero acaso la derecha alguna vez se preocupó por representar lo que opinaba todo el Uruguay? No, se preocupó por defender sus intereses y alianzas. Se trata entonces de defender las alianzas y alineamientos propios a una visión de izquierda, potenciando las alternativas al poder actual.



2. Soberanía y desarrollo tecnológico propio (regional)
En el período de gobierno anterior, varias veces se planteó la disyuntiva entre la apuesta al desarrollo tecnológico local (o en sinergia con aliados regionales) o la adquisición de tecnología cerrada provista por multinacionales, de las que jamás se accede al completo apropiamiento y consecuente capacidad de mejora, adaptación, recreación. En ocasiones, no se optó por la inversión en el desarrollo de capacidades propias. Esto genera dependencia y, en muchos casos, no aporta soluciones idóneas. La soberanía y el desarrollo tecnológico autónomo (o en un marco regional, insisto) van absolutamente de la mano.



3. Educación terciaria de calidad y desarrollo tecnológico en el interior.
Este es un tema sobre el tanto se habla que prefiero no abundar: Pero cuesta concretar. ¿Por qué razón nos cuesta tanto abandonar la nación-puerto? No hay desarrollo sustentable, ni siquiera en el marco de la inserción regional, si muchos servicios, técnicos, capacidades y oportunidades no se radican en el Interior del país y si no se estimulan y potencian las capacidades locales. Se ha avanzado, pero debe acelerarse y mucho.



4. Derechos de Usuarios y Consumidores, tanto frente a empresas privadas como estatales .
Suele pensarse, de manera errónea, que los consumidores y usuarios son un fenómeno del libre mercado y del capitalismo. Consumidores y usuarios hay desde que hay bienes o servicios a consumir y usar, ya sea en la Antigua Grecia, en la URSS, en Cuba, China, o Uruguay. La defensa del usuario o consumidor frente a un proveedor de mucho mayor poder (empresa estatal o privada) de toda posible conducta abusiva, es la defensa del más débil y del poder de la gente, del hombre, frente a las estructuras consolidadas. Este tema debe ser fuertemente trabajado desde una óptica netamente de izquierda y hay muchísima tela para cortar.


5. Conducción estratégica del Estado, con el fomento de formas de propiedad social alternativas.
El centro de la política es el poder y el quid del poder es la propiedad efectiva. No la propiedad nominal (el título), que en general el multimillonario no tiene títulos a su nombre, sino la efectiva propiedad y disposición a piacere de bienes. Si la izquierda no propone fomentar el crecimiento, experimentación y apoyo de formas alternativas de propiedad, diversas formas de propiedad social, se desconoce a sí misma. Desde la coducción estratégica del Estado, es posible ver nacer desde las raíces de la sociedad vieja, las nuevas formas de producción y de propiedad.



6. La base son los Derechos Humanos.
No se trata sólo de hacer verdad y justicia y dar justa condena a genocidas. Se trata de vivenciar en todos los planos de la sociedad los Derechos Humanos, todos los Derechos Humanos. A la vivienda, a la salud, a la educación, a las comunicaciones, a la diversidad sexual, etc. Ni la educación ni las comunicaciones pueden ser una mercancía para la izquierda. En Finlandia el acceso a la banda ancha es considerado derecho humano inalienable. ¿Por qué la vieja Suomi puede hacerlo y nosotros no podríamos? Y dar tratamiento justo a los delitos, o actos impropios, también involucra Derechos Humanos esenciales. Como lo está mostrando el ministro Rosadilla: no importa el autor, importa el acto. Si algo grave hay en nuestra propia casa, es nuestra tarea limpiarla y a fondo, y con proporción a la falta, sin caer en el clásico linchamiento de la hormiga frente al tímido rezongo al elefante.


No pretendo trazar ninguna lista exhaustiva. Sólo invitar a construirla entre todos, que es de la única manera que se puede hacer. Y alguno me dirá "sesentista fuera de época". Yo le diré, para empezar, que de los sesenta viene mucha sangre que se regó profusamente para que ahora muchos tengan derecho a hablar con desdén del sesentismo. Pero además...¿Quién está fuera de época? ¿Acaso vivimos en la sociedad del pan y de las rosas, hay patria para todos y se terminó la explotación del hombre por el hombre?


Como la respuesta a esta pregunta es obviamente negativa, es oportuno y necesario que todos juntos demos un nuevo GIRO A LA IZQUIERDA
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