Hugo Cores: Hombre de Partido


Intervención de Raúl Olivera en el Homenaje a Hugo Cores realizado en el PIT-CNT

Diciembre 2009

Hace unos días, mas precisamente el 6 de diciembre, se cumplieron tres años de la desaparición física de quien fuera durante muchos años el Secretario General del Partido por la Victoria del Pueblo.
Es indiscutible, que Hugo, fue algo más que el Secretario General del PVP. También es cierto, que cada uno individualmente o colectivamente, tiene la libertad de recordarlo, homenajearlo desde alguno de esos lugares en los que Hugo eligió volcar su aporte, en la lucha por la libertad y el socialismo.
Cores, fue para nosotros, esencialmente un hombre de partido. Lo fue en la doble significación del término. Porque tomó partido por los explotados, los desposeídos, los marginados; y porque para terminar con la explotación, la pobreza y la marginación de hombres y mujeres por los que tomó partido, lo hizo desde una de las formas de organización política: El partido.
Por esa razón, permítanme que hoy compartiendo esta mesa con quienes pusieron el acento en otros aspectos relevantes de la larga trayectoria de Hugo, hable desde su condición de hombre de partido.
Como hombre de partido, Hugo tenía muy claro que ese instrumento imprescindible para los cambios políticos es también una reserva de la memoria. En la que fuera su ultimo producción bibliografía, “Memoria de la Resistencia”, Hugo trascribe del filosofo argentino Enrique Mari, esta frase: “Aunque la muerte es el más poderoso agente del olvido, éste no es omnipotente, porque desde siempre contra el olvido, los hombres han levantado las murallas del recuerdo, de modo tal que las huellas que permiten seguir su memoria conforman los signos más seguros de la existencia de una cultura humana”.
Permítanme a un a costa de alguna omision nombrar y hacer memoria de Jaime Machado, Dagoberto Anglet, Asilú Maceiro, Releí Quinteros, Mauricio Gatti, Raul Cariboni, la Tota, Marlene Chanquet; compañeros que se nos han ido físicamente en estos últimos años. A Luz Ibarburu, a Quica Errandonea y otras madres de compañeros.


De ahí que esta actividad de recuerdo, es la de la construcción de esas murallas de las que habla Mari. . La contribución que Hugo realizó en su pensamiento y en su acción, es de suma importancia en estos momentos de la historia política del Uruguay, cuando la izquierda logro un segundo gobierno a nivel nacional y los resultados de esa parte de las contiendas políticas del sistema lectoral de nuestro país, auguran avances importantes en las elecciones departamentales y también municipales. En esos escenarios, es imprescindible rescatar, reafirmar, reasignar la importancia de mantener una cultura de partido.
Las experiencias, buenas, malas o mas o menos que nos dejó este primer gobierno a nivel nacional, son siempre un punto de partida que debe ser visto sin contemplaciones, con rigor y autocrítica. Sobre parte de este primer periodo a que hacemos referencia, Hugo tuvo oportunidad de reflexionarlo desde esa óptica mediante sus columnas en La República.
Si bien es cierto, que desde la visión de un partido político, no es aceptable pensar la realidad de otra manera, muchas veces en estos tiempos que vivimos de debilitamiento de los proyectos colectivos, de raquitismo de las utopías y de anemia del entusiasmo, las tentaciones al pragmatismo condescendiente y permisivo son fuertes. Hugo realizo un enorme esfuerzo para que sus reflexiones y sus acciones concretas en la acción política estuvieran enmarcadas en un proyecto de largo aliento sobre la realidad nacional y latinoamericana. Sentía el desvelo político, de los desafíos que para los gobiernos de izquierda de América, significa en el marco de los procesos de la integración latinoamericana, la construcción de un modelo anticapitalista, socialista.

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